A fines de la década del '50 la moda de los mercados tipo "modelo" llegó a la ciudad de la mano de algunos emprendimientos como lo fueron la "Galería Mercado Almafuerte", el "Mercado Modelo" o el "Gran Mercado Avenida" por mencionar algunos. La idea de estos mercados modelo era la de unificar bajo un mismo techo a negocios de diferentes rubros: vinerías, pescaderías, pastas, churrerías o un bar al paso. Un concepto moderno de comercio se instalaba y garantizaba al concurrente agilidad en las compras y la máxima higiene. El "Mercado Polar" llevó a la práctica todas esas teorías innovadoras desde 1961 en Alsina 651 a través de cuarenta y cuatro puestos, entre los cuales podemos recordar el "Café Los Mandarines", "Radio Orfeo", fábrica de pastas "La Blanquita", verdulería "El Dólar" y "Relojería Amodeo". Testigo de esa época aún sobrevive uno de aquellos mercados: es el de la calle Estomba al 600 pero ya sin el brillo y la modernidad que supo ostentar unos cuantos años atrás