Stand de Régoli en la Exposición Ganadera. 

Rodeado de un heterogéneo grupo de carteles, un moderno Chevrolet 1927 ostenta toda su capacidad de carga: 40 bolsas en el camión y 50 para el acoplado, toda una proeza para su motor cuatro cilindros de escasos 35 HP. 

Lentamente el camión va ganándole la pulseada al carro

Frente de la fábrica de mosaicos "La Perla del Sur" de Nicolás y Gerardo Pagano que, además de ser los dueños de la factoría, lo eran además  de una afamada empresa de construcción -N. y  G. Pagano-.

La mentada fábrica tenía sus oficinas en la calle San Martín 145 situándose su taller y depósito en la calle Dorrego 135 (foto).

Seguramente, y sin saberlo, hemos pisado los mosaicos hidráulicos fabricados por los Pagano infinidad de veces. Seguramente, y sin saberlo, cuando transitamos por los pisos del Palacio Municipal bahiense.

Un sonido que se hizo familiar para las madrugadas bahienses durante décadas: el silbato del Noroeste. Convocaba con su llamado a los ferroviariarios al trabajo desde 1908: seis y media de la mañana en invierno y cinco y media en verano. Quienes nos acordamos de tan particular despertador colectivo nos transporta a otros tiempos, de mañanas con guardapolvos almidonados y desayunos de café con leche y pan con manteca.  Y, en ese rincón de la cocina y con cierto olorcito a madera quemada, la radio a válvulas que llenaba de murmullos a una casa que recién se levantaba.

En la calle Zelarrayan del 273 al 281 y por el año 1902, se ubicaba la panadería "La Industrial" de Don Miguel Caviglia. Con reparto a domicilio como servicio, aseguraba vender pan y galleta a precios módicos. Calle Zelarrayan o "calle de las panaderías", como era reconocida por aquellos lejanos tiempos.

Chiclana al 100, por 1927, y una concurrida mañana bahiense. Los transeúntes se ven mezclados entre carros y automóviles, camionetas de reparto y bicicletas; cerca y pidiendo paso se acerca el "tramway".

Calle Sarmiento frente a la plaza. El diario "La Nueva Provincia" en el edifico 

que ocupara el desaparecido club Del Progreso

En la calle Sarmiento, primera cuadra y enfrente de una plaza todavía alambrada, funcionó desde 1882 hasta 1903 el Club Del Progreso, único lugar de encuentro para los habitantes bahienses de aquellos  años donde se podía beber café, practicar billar o compartir juegos de baraja como la malilla o el más conocido truco.

El diario local "La Nueva Provincia" ocuparía la casona que dejara ociosa el primer centro social bahiense unos meses más tarde.

En la calle Chiclana boulevard Colón ubicamos, por 1898, a la tienda-mercería-ropería y su muy británico nombre "Londres". Una inusual vista de la intersección donde, diez años más tarde, se levantaría la sede del Banco Español del Río de la Plata.

Régoli Hijos. Exhibición de un automóvil Oakland Six Tourer de 1927